Mi profesor de cultura del diseño, Juan Díez del Corral Lozano, nos ha pedido que hagamos como entrada obligatoria en la fecha de hoy 25 de noviembre, una reflexión sobre EL SENTIDO DEL ORDEN, por lo que he comenzado a investigar sobre esto mismo, y la verdad es que se pueden encontrar un gran número de artículos y libros que analizan el orden que le damos a las cosas, es decir, nuestra insistencia en clasificar todo de acuerdo a algún orden que nosotros mismos encontremos lógico, como es el caso de una organización por tamaños, colores, formas, etc.
Y es que desde bien pequeñitos aprendemos a hacer estas distinciones, pero no significa que nos guste vivir siempre dentro de este orden establecido, o incluso que seamos capaces, ya que hay gente a la que le encanta vivir en un desorden absoluto, tanto es así que incluso se han realizado estudios que determinan tu personalidad en función del desorden:
Por ejemplo he encontrado un artículo (ver artículo) en el que afirman que los que mantienen un desorden en la sala de estar, posiblemente manifiesten un profundo temor a ser continuamente rechazados.
Que el descuidar y desordenar el espacio donde se preparan los alimentos, puede significar resentimiento y fragilidad emocional.
Que si los cajones y armarios de tu hogar suelen estar desordenados, posiblemente tengas dificultades para controlar tus emociones y sentimientos más profundos.
E incluso dice que si eres de los que, ante el desorden, suele ocultar o acumular objetos debajo de los muebles, como la cama, seguramente le des mucha importancia a la opinión de los demás.
Viendo esto únicamente, parece que la persona que no es capaz de mantener un orden es aquella que presenta dificultades emocionales ó problemas de autoestima, sin embargo si investigamos un poco más, encontramos otro tipo de teorías totalmente contradictorias, en las que se afirma que las personas que presentar una gran tendencia al desorden es porque poseen una gran mente científica.
Es el caso del estudio de Kathleen Vohs de Universuty of Minnesota Carlson School of Mannagement, el cual afirma que un ambiente desordenado incrementa la creatividad.
"Ambientes desordenados parecen inspirar y hacer que te alejes de la tradición, lo cual puede producir nuevas ideas. Ambientes organizados parecen inspirar a seguir convenciones."
O como se exponen en el libro, "El desorden puede ser más eficiente", donde los autores Eric Abrahamson y David H. Freedman dicen:
"En un escritorio desordenado las cosas importantes tienden a estar en el tope o en un sitio donde las encuentras. Las cosas que se pueden ignorar resultan en el fondo del desorden, lo cual es razonable."
A mi personalmente me parece que todo el mundo tiende a ser en algún momento desordenado, ya sea por falta de tiempo para recoger o simplemente por pereza, pero eso no significa que su personalidad sea de una forma determinada sino que las circunstancias de la vida te hacen ser más o menos ordenado en ciertas ocasiones.
Aunque sí que he de admitir que el desorden me parece algo relativo, ya que, lo que para unas personas puede parece algo desordenado, otras encuentran un orden dentro del caos, me explico, por ejemplo mi hermana es de esas personas sumamente inteligentes que siempre viven con el escritorio completamente desordenado, pero si la cambias de sitio aunque sólo sea un lápiz cuando ella no está en casa, a su regreso pregunta por la persona que ha entrado en su habitación, ya que sabe exactamente donde tiene cada cosa; ó cuando por ejemplo mi madre me manda a coger algo de la despensa y después de veinte minutos decido que en ese desorden no hay quien encuentre nada y le pregunto a gritos donde lo ha puesto y ella me da todas las explicaciones necesarias para que lo encuentre a la primera.
